miércoles, 20 de agosto de 2008

RELATO - SUSTO EN LA NOCHE

RELATO - SUSTO EN LA NOCHE

SUSTO EN LA NOCHE

Era un día normal en la vida de Elizabeth Blake, de 13 años.
Estaba con su hermana, Mary Blake, con 8 años de edad.
Rondaban las 9 de la noche, el sol se veía claramente pero su luz se volvía tenue, se encontraban (como tantos aquellos días de verano) en la casa de su padre (sus padres se habían separado) y él había salido a hacer la compra, una compra de un par de horas, que fue lo que duró la pesadilla de la que nunca escaparían en el resto de sus vidas.

Estaba con su hermana viendo aquel objeto con forma de cubo que la familia había bautizado como “caja tonta”. Un programa de humor de cuyo nombre no logro acordarme se reflejaba en la superficie plana del objeto, no tiene importancia en esta historia.
El caso es que lo miraban embobadas, como hechizadas, hasta que Mary vio algo que lograría apartarla del televisor, la sombra de lo que parecía ser un pequeño ser, un “duende” por llamarlo de alguna manera, se había cruzado en su mirada, era muy rápido, pero no lo suficiente como para que los ojos de la pequeña Mary no se fijaran en él.
Al principio creyó que era un gato, como los que había visto por fuera de su casa, pero los ojos de la criatura comenzaron a iluminarse, rojos como la sangre.
-¡Eli, mira!
La joven Elizabeth giró su cabeza hacia donde señalaba su querida hermana, no había nada.
-No hay nada… ¡déjate de tonterías, me has asustado!
-¡Pero, pero…!
-Estás muy cansada, vamos a la cama a esperar que vuelva papá.
-Sí será lo mejor… (¿Qué era eso?)
La casa tenía 2 pisos, cada piso 4 habitaciones y un pasillo, una casa bastante grande. Por la noche, adquiría una apariencia realmente tétrica.
Subieron lentamente las escaleras, no tenían prisa.
Dormían en la misma habitación, una habitación llena de muñecas que habían pertenecido a su abuela, fallecida en esa misma habitación.
Sé que eso suena estúpido, pero yo me pasé 4 años durmiendo en la habitación en la que había fallecido mi bisabuela.
Sus camas estaban separadas algo menos de 1 metro…algo que realmente asustaba a Mary, afortunadamente no sabía que su abuela había muerto allí.
Apagaron las luces y se acostaron, Mary estaba muy asustada, pero comenzó a cerrar los párpados y acabó por dormirse.
En su sueño podía ver a su hermana de pie, mirándola, detrás de ella había “algo”, Mary gritó para avisarla pero no se oía nada, ese “algo” saltó y se agarró a Elizabeth y Mary se despertó sobresaltada entre gritos y sollozos.
Miró el reloj digital, que estaba iluminado, y pudo ver que ponía 11:34.
-(Ya habrá llegado Papá)
Su padre dormía en la habitación siguiente a la de las niñas, lo que Mary no sabía es que su padre no había llegado.
La puerta, entreabierta, comenzó a abrirse lentamente…
-Eli…
Observó horrorizada que su hermana no estaba en la cama.
-¿Qué pasa?
-¡Eli! ¿Dónde estabas?
-Fui a coger un vaso de agua, papá aún no ha llegado…
-¡¿No?!
-Se habrá entretenido por el camino…Vamos a dormir.
La joven Elizabeth dejó abierta la puerta y las dos se acostaron.
Minutos después, Mary oyó el sonido de algo subiendo los peldaños.
-¿Papá?
Unos ojos rojos aparecieron al pie de las escaleras…

Fuente: http://relatos.escalofrio.com/

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